Saliva en un santiamén
Capítulo 7
El
Estado Fowl, Muchos metros por debajo del suelo
Artemis cayó y cayó, las
rodillas y hombros llamativos contra raíces curvas y esquinas de piedra caliza
afiladas que salían de la tierra como libros semienterrados. Montones de tierra
se derrumbaba a su alrededor, y las piedras agitaban su remera hacia abajo y
las paneteras de su pantalón hacia arriba. Su vista se vio obstruida por el
giro de la caída y las capas de suelo, pero la tierra brillaba en lo alto. ¿Y
debajo también? ¿Era eso posible?
Artemis estaba
confundido por el golpe de la madera detrás de un oído y el brillo luminoso
desde abajo. Era abajo, ¿o no?
Me
siento como Alicia cayendo dentro del País de las Maravillas.
Una línea vino a su
memoria:
Sería
tan agradable si algo tuviera sentido para un cambio.
Ninguna caída puede
durar por siempre cuando la gravedad está involucrada, y la caída de Artemis fue
misericordiosamente gradual a medida que el cráter se canalizaba en un cuello
de botella, que Mayordomo y Holly habían bloqueado decentemente con sus cuerpos
y extremidades enredadas antes de caer por el hoyo. Ásperas manos lo agarraron,
tirando de él hacia un túnel debajo.
Aterrizó en una pila
de cuerpos y sacudió el lodo de sus ojos. Alguien, o algo, permanecía desnudo
ante él, una figura etérea brillando con una luz desde la cabeza a los pies. Le
alcanzó una mano resplandeciente y habló con la voz de la publicidad de las
películas:
-Tira de mi dedo.
Artemis relajó los
músculos del cuello que no había notado tensos.
-Mantillo.
-El único e inigualable.
Salvando tu ingenioso trasero una vez más. Recuérdame, ¿quién se supone que
debería ser el genio aquí?
-Mantillo, -Dijo
Artemis de nuevo.
Mantillo apuntó sus dedos
ofrecidos como una pistola. -Aha. Tú mismo te lo estás repitiendo. Una vez me
dijiste que repetirse a sí mismo es un ejercicio en redundancia. Bien, ¿quién
es redundante ahora, Fangoso? ¿Qué bien hizo tu genio contra esos dementes allí
arriba?
-Ninguno, -Admitió
Artemis. -¿Podemos discutir luego?
-Porque estás
perdiendo la pelea, -Se mofó Mantillo.
-No, porque esos
dementes nos pisan los talones. Necesitamos retroceder y reagruparnos.
-No te preocupes por
eso, -Dijo Mantillo, metiendo un antebrazo en un hoyo en la pared del túnel y arrancando
una raíz gruesa. -Nadie nos sigue a ninguna parte una vez colapse la boca del
túnel. Pero tal vez quieras retroceder un metro o dos.
La tierra sobre ellos
retumbó como nubarrones coronando una montaña baja, y Artemis fue tomado por la
repentina certeza de que estaban por ser aplastados. Se corrió hacia adelante y
se aplastó contra la sucia y oscura pared lodosa, como si eso pudiera hacer la
diferencia.
Pero el túnel de
Mantillo había mantenido su integridad, y solo el punto donde había estado Artemis
estaba completamente bloqueado.
Mantillo rodeo con
sus dedos el tobillo de Mayordomo y, con un poco de esfuerzo, arrastró al
guardaespaldas inconsciente por el suelo del túnel.
-Tú lleva a Holly.
Gentilmente ahora. Por el aspecto de tu mano, alejó a esos espíritus y salvo tu
vida. Antes de que yo la salvara. Probablemente justo después de que Mayordomo
la salvara ¿Estás viendo un patrón emergiendo, Artemis? ¿Estás empezando a
darte cuenta de quién es la carga aquí?
Artemis miró su mano.
Estaba marcado con una runa espiralada donde Holly lo había quemado. Los
últimos globos de ectoplasma de Berserker manchando su cabello y haciéndolo
estremecer con la vista.
Una runa protectora.
Holly los había
marcado para salvarlos. Y pensar que había dudado de ella.
Artemis recogió a
Holly y siguió al enano brillante, tanteando el camino con los pies.
-Más despacio,
-Llamó. -Está oscuro aquí.
La vos de Mantillo
hizo eco a través del túnel. -Sigue las esferas, Arty. Les di una capa de
saliva de enano extra como abrigo, la solución mágica que puede hacerlo todo,
desde brillar en la oscuridad hasta repeler huéspedes fantasmales. Debería
embotellar esta cosa. Sigue las esferas.
Artemis entrecerró
los ojos ante el resplandor retirándose y pudo de hecho distinguir dos globos
bamboleantes que brillaban más que el resto.
Una vez que supo que
eran las esferas, decidió no seguirlas de tan de cerca. Había visto esas cosas
en acción y aún tenía pesadillas ocasionales.
El túnel se onduló y
curvó hasta que la brújula interna de Artemis se rindió al poco sentido de la
dirección que tenía. Caminó penosamente detrás de la parte trasera brillante de
Mantillo, mirando a su amiga inconsciente en sus brazos. Parecía tan pequeña y
frágil, a pesar de que Artemis la había visto tomado el control de una horda de
trols para defenderlo.
-La suerte está en
nuestra contra, como lo ha estado muchas veces, mi amiga, -Susurró, tanto para
él como para Holly. Corrió unos cálculos aproximados, factorizando las
desesperadas situaciones que habían resistido los pasados años, el IQ relativo
de Opal Koboi, y el número aproximado de oponentes que había vislumbrado de la
tierra. -Estimaría que nuestras chances de sobrevivir son menores al quince por
ciento. Pero, en el lado bueno, hemos sobrevivido, sin decir que fuimos
vencedores, contra grandes obstáculos. Una vez.
Obviamente, los
susurros de Artemis fueron llevados por el túnel, y la voz de Mantillo flotó
hacia él.
-Necesitas dejar de
pensar con la cabeza, Fangoso, y empezar a pensar con el corazón.
Artemis suspiró. El
corazón era un órgano bombeante de sangre rica en oxígeno a las células. No
podría pensar más que una manzana hacer un baile de tap. Estaba a punto
de explicarle esto al enano cuando el túnel se abrió a una gran cámara, y
Artemis se quedó sin aliento.
La sala era del tamaño
de un granero pequeño, con las paredes inclinadas hasta un vértice. Habían
túneles afluentes repartidos a distintas alturas, y manchas de suciedad
brillantes pegadas a las rocas expuestas como un sistema de iluminación.
Artemis ya había visto este sistema particular antes.
-Flema de enano,
-Dijo, señalando un grupo bajo de manchas con el tamaño de pelotas de tenis. -Se
endurecen una vez son excretadas, y brillan con una luminiscencia sin igual en
la naturaleza.
-No es toda flema,
-Dijo el enano misteriosamente, y por primera vez, Artemis no se sintió como
para llegar al fondo del misterio, porque la raíz de estos misterios
generalmente estaban en las inmediaciones del misterioso trasero de Mantillo. Artemis
puso a Holly suavemente sobre una cama con cuatro abrigos de piel sintética y
reconoció la marca del diseñador.
-Estos son los
abrigos de mi madre.
Mantillo tiró la
pierna de Mayordomo. -Sip. Bueno, la posesión es nueve décimos de la ley, ¿así
que por qué no tomas tus décimos devuelta a la superficie y hablas de robo con
esa cosa que solía ser Opal Koboi?
Este era un buen
punto. Artemis no tenía deseos de ser echado de su santuario.
-¿Estamos a salvo
aquí abajo? ¿No nos seguirán?
-Pueden tratar, -Dijo
Mantillo, escupió una bola brillante de saliva encima de un escupidero flojo.
-Pero les tomará un par de días con taladros industriales y sonares. E incluso
entonces, podría derrumbar todo esto con una ráfaga bien posicionada de gas de
enano.
Artemis encontró esto
difícil de creer. -En serio. ¿Una ráfaga, y esta estructura entera se
viene abajo?
Mantillo adoptó una
pose heroica, un pie en una roca y las manos en la cadera. -en mi línea de
trabajo, debes estar listo para seguir adelante. Solo alejarte.
Artemis no apreciaba
la pose heroica. -Por favor, Mantillo, te lo ruego. Ponte un par de pantalones.
Mantillo accedió a
regañadientes, tirando de los pantalones desteñidos sobre sus muslos carnosos. Eso
era tan lejos como estaba dispuesto a ir, y su pecho peludo y prodigiosas
tripas permanecieron brillantes y desnudas.
-Los pantalones los
usaré por el bien de Holly, pero esta es mi casa, Artemis. En la cueva,
Mandíbulas se mantiene casual.
Agua caía desde una
estalactita dentro de una piscina a punto de hervir. Artemis metió la mano en
ella, y luego posó su palma sobre la frente de Holly. Ella aún estaba
inconsciente, siguiendo su segundo trauma físico en varios minutos, y una
simple chispa de magia se estableció en su herida de la cabeza, zumbando como
una trabajadora abeja dorada. La abeja pareció notar la mano de Artemis y saltó
hacia la marca, calmando su piel pero dejando una cicatriz en relieve. Una vez
terminado su trabajo, la magia regresó a Holly y se extendió como un bálsamo
por su frente. Su respiración era profunda y regular, y parecía más una persona
dormida que inconsciente.
-¿Cuánto tiempo has
estado aquí, Mantillo?
-¿Por qué? ¿Estás
buscando por alquiler atrasado?
-No, por el momento
estoy simplemente recolectando información. Entre más sé, más exhaustivamente
puedo planear.
Mantillo empujó la
tapa de un refrigerador, que Artemis reconoció de un viejo equipo de picnic
familiar, y sacó un sangriento salami.
-Sigues diciendo eso
sobre el planeamiento exhaustivo, etcetera, y seguimos terminando bien dentro
del agujero de un trol sin botas con resortes.
Artemis hace mucho
había dejado de pedirle a Mantillo que explique sus metáforas. Estaba
desesperado por cualquier información que pudiera ponerlo al filo, algo que lo
ayudara a arrebatar el control de esta desesperada situación.
“Concéntrate,” Se
dijo a sí mismo. “Hay mucho en juego aquí. Más que nunca.”
Artemis se sintió
roto. Su pecho hinchado por las recientes curaciones y esfuerzos. Extraordinariamente,
no sabía qué hacer, aparte de esperar a que sus amigos se levantaran.
Fue hasta Mayordomo, revisando
sus pupilas en busca de daño cerebral. Holly le había disparado en el cuello, y
habían tenido una buena caída. Estuvo tranquilo al encontrar sus pupilas del
mismo tamaño.
Mantillo se acuclilló
detrás de él, brillando como un semidiós rechoncho, lo que era un poco
perturbarte si sabías como era el enano en realidad. Mantillo Mandíbulas estaba
tan lejos del bien como un erizo de la suavidad.
-¿Qué piensas de mi
lugar? -Preguntó el enano.
-Es… -Artemis señaló
a su alrededor. -Sorprendente. Hiciste este hueco por ti mismo ¿Cuánto tiempo
has estado aquí?
El enano se encogió
de hombros. -Un par de años. De a ratos, tú sabes. Tengo una docena de estos
pequeños agujeros de escape por todo el lugar. Me cansé de ser un ciudadano
con-la-ley. Así que saqué un sifón con un poco de jugo de tus barras
geotérmicas y pirateé tu cable.
-¿Por qué vivir aquí
abajo?
-No vivo vivo
aquí. Vengo ocasionalmente. Cuando las cosas se ponen calientes. Acabo de hacer
un trabajo bastante grande y necesitaba esconderme un rato.
Artemis miró a su
alrededor. -¿Un trabajo bastante grande, dices? ¿Así que dónde está todo el
botín?
Mantillo sacudió un
dedo brillante como un palo de fiestas. -Ahora, como mi primo Nord diría, es
cuando mi improvisada mentira cae.
Artemis sumó dos y
dos y llegó a un muy desagradable cuatro.
-¡Estabas aquí para
robarme!
-No, no lo estaba
¿¡Cómo te atreves?!
-Estás asechando aquí
abajo para hacer un túnel a la Mansión Fowl. De nuevo.
-Asechando no es una linda palabra. Me hace sonar como una serpiente
marina. Me gusta pensar que me estaba escondiendo entre las sombras. Genial, como
un gato ladrón.
-Comes gatos,
Mantillo.
Mantillo juntó sus
manos. -Okey. Lo admito. Puedo haber estado planeando echarle un vistazo a la
bóveda de arte. Pero mira el lado bueno. Robándole a una mente maestra
criminal. Eso es irónico. A ustedes los cerebritos les gusta la ironía,
¿cierto?
Artemis estaba
horrorizado. -No puedes mantener arte aquí. Está húmedo y mugroso.
-No le hicieron daño
a los faraones, -argumentó el enano.
Holly, que yacía en
el suelo a sus espaldas, abrió los ojos, tosió, y ejecutó un movimiento que era
mucho más difícil de lo que parecía, brincando verticalmente de donde estaba
acostada y aterrizando de pie. Mantillo estaba impresionado hasta que Holly intentó
estrangularlo con su propia barba, llegó el punto en el que él dejó de estar asombrado
y se ocupó en ahogarse.
Este era un problema
de despertar después de una curación mágica: el cerebro está totalmente sano, pero
la mente está confundida. Es extraño sentirse inteligente y aturdido a la vez.
Añádele un lapso de tiempo a la mezcla, y una persona encontrará difícil de
transitar de un estado de sueño al mundo despierto, así que es recomendable
poner al paciente en lugares tranquilos, tal vez con algunos juguetes de niño
amontonados al rededor de la almohada. Desafortunadamente para Holly, había
perdido la conciencia en el medio de una lucha de vida o muerte y despertado
encontrando un monstruo brillante cerniéndose sobre ella. Así que,
entendiblemente, sobre reaccionó.
Le tomó unos cinco segundos
darse cuenta de quién era Mantillo.
-Oh, -Murmuró
tímidamente. -Eres tú.
-Sí, -Dijo Mantillo, luego
tosió algo que chilló y se arrastró lejos. -Si pudieras, por favor, abandonar
la barba—acabo de tener un tratamiento de acondicionamiento de salón hecho.
-¿En serio?
-Por supuesto que no.
Vivo en una caverna. Como suciedad ¿Qué crees?
Los dedos de Holly peinaron
la barba de Mantillo un poco, y luego bajaron hasta los hombros del enano.
-Recién estaba
sentada en saliva, ¿correcto? -dijo haciendo muecas.
-No es todo saliva, -dijo Artemis.
-Bien, Artemis,
-Dijo, frotando la tenue marca roja en su frente, -¿Cuál es el plan?
-Y hola a ti también,
-Dijo Mantillo. -Y no me agradezcas. Salvar tu vida una vez más ha sido mi
placer. Solo uno de los muchos servicios ofrecidos por Aerolíneas Mandíbulas.
Holly frunció el seño.
-Tengo una orden para ti.
-¿Entonces por qué no
me arrestas?
-Las facilidades de
seguridad no están realmente operando en este momento.
Mantillo se tomó unos
momentos para procesar esto, y la marca de bravuconería se drenó de sus
escarpados rasgos, arruga por arruga. Casi parecía que su brillo había
disminuido algunos tonos.
-Oh, Santo señor
Vortex, -Dijo, trazando el signo sagrado de la panza hinchada sobre su estómago
para evitar el mal. -¿Que ha hecho Opal ahora?
Holly se sentó en un
montículo, tipiando en su computadora de muñeca para ver si algo funcionaba.
-Encontró y abrió el
sello de los Berserker.
-Y no es lo peor,
-Dijo Artemis. -Mató a su yo más joven, lo que destruyó todos sus inventos o lo
que haya influenciado desde entonces. Refugio está cerrado, y los humanos
volvieron a la Edad de Piedra.
La cara de Holly era
severa bajo el brillo de la saliva luminosa. -De hecho, Artemis, encontrar el
Sello de los Berserker es lo
peor, porque hay dos cerraduras. La primera libera a los Berserkers…
Mantillo saltó en la
pausa. -¿Y la segunda? Vamos, Holly, no es tiempo de teatro.
Holly abrazó sus
rodillas como un niño perdido. -La segunda libera al Armagedón. Si Opal logra
abrirla, cada humano en la superficie de la tierra será asesinado.
Artemis sintió su
cabeza girar mientras la sangrienta escala del plan de Opal se aclaraba.
Mayordomo eligió ese
momento para recuperar sus sentidos. -Juliet está en la superficie con los amos
Beckett y Myles, así que supongo que no podemos dejar que eso pase.
Se sentaron apretado
al rededor de una fogata se saliva brillante mientras Holly decía lo que había
considerado una leyenda, pero que ahora era un hecho histórico bastante exacto.
-La mayoría de esto
ya lo saben por los espíritus que trataron de invadirlos.
Mayordomo frotó su
cuello marcado. -Yo no. Estaba fuera de combate. Todo lo que tengo son imágenes
fragmentadas. Cosas muy graves, incluso para mí. Extremidades cortadas, personas
siendo enterradas vivas ¿Enanos manejando trols en batalla? ¿Pudo haber pasado
eso?
-Todo eso pasó,
-Confirmó Holly. -Habían cuerpos de enanos que cabalgaban trols.
-Sip, -dijo Mantillo.
-Se llamaron a sí mismos los Conductores de Trol ¿Un buen nombre, no? Había un
grupo que solo salía de noche que se hacían llamar Conductores de Trol
Nocturnos.
Artemis no lo pudo
evitar. -¿Cómo se llamaban los conductores de trol de día?
-Esos gauchos eran
llamados Conductores de Trol Diurnos, -Respondió Mantillo alegremente. -Cuero
de la cabeza a los pies. Olían como el interior de la vejiga de un gusano
maloliente, pero hicieron su trabajo.
Holly podría haber
llorado de frustración, pero había aprendido durante su breve período como
investigadora privada donde Mantillo le había servido como compañero, que el
enano se callaría únicamente cuando estuviera bien y listo. Artemis, por el
otro lado, debería saberlo mejor.
-Artemis, -Dijo
cortante, -No lo animes. Estamos
contrarreloj.
Artemis parecía casi indefenso
en la luminiscencia. -Por supuesto. No más comentarios. Me estoy sintiendo un
poco abrumado, a decir verdad. Continua, Holly, por favor.
Y así Holly contó su historia,
sus rasgos fuertemente iluminados bajo el brillo no convencional. Mayordomo no
pudo evitar recordar las historias de terror que le habían contado a él y sus
compañeros exploradores por el Maestro Prunes en los viajes semanales a la
cueva de Dan-yr-Ogof en Gales. El aspecto de Holly era básico, pero las
circunstancias enviaron un escalofrío a través de su espina.
“Y no me estremezco
fácilmente,” Pensó el gran hombre, moviéndose incómodo en la raíz embarrada que
le servía de asiento.
-Cuando era pequeña,
mi padre solía contarme la historia de Taillte casi cada noche así nunca olvidaría
el sacrificio que hicieron nuestros ancestros. Algunos dieron sus vidas, pero
unos pocos fueron más lejos aún, postergando sus vidas futuras. -Holly cerró
los ojos y trató de contarlo como lo había escuchado. -Diez mil años atrás, los
humanos lucharon por erradicar las familias mágicas de la superficie terrestre.
No habían razones para hacerlo. Las hadas son, en su mayoría, gente amante de
la paz, y sus habilidades curativas y conexiones especiales con la tierra era beneficiosa
para todos, pero siempre entre los humanos están esos individuos que controlan
todo lo que ven y son amenazados por lo que no entienden.
Artemis se abstuvo de
apuntar el obvio hecho de que era un ser mágico el que estaba, más o menos,
intentando destruir el mundo actualmente, pero se lo guardó para sacarlo a
relucir más tarde.
-Y así las Criaturas
tomaron refugio en la mística isla de Ériú, la casa de la magia, donde eran más
poderosos. Cavaron sus pozos de curación y congregaron a su ejército en los
Llanos de Taillte para la última batalla.
Los otros permanecían
en silencio mientras Holly hablaba, ellos podían ver la escena en sus propias
memorias.
-El combate fue
breve, -Dijo Holly con amargura. -Los humanos no mostraron piedad, y estaba
claro desde la primera noche que las Criaturas estaban condenadas a la
exterminación. Y por eso el Consejo decidió que se retirarían a las catacumbas
debajo de la tierra desde donde habían llegado antes del amanecer de la edad
del hombre. Todos excepto los demonios, que usaron su magia para elevar su isla
fuera del tiempo.
-Okey, -Dijo Mantillo.
-Estaba siguiéndote, pero luego dijiste donde, así que ahora tengo que
ir a la heladera.
Holly frunció el seño
brevemente, luego continuó. Todos sabían que comer era como Mantillo manejaba
las malas noticias, y las buenas, y las triviales. Todas las noticias, en
realidad.
-Pero el Consejo
razonó que incluso su refugio subterráneo estaría en peligro por los humanos, y
entonces construyeron una entrada con un candado encantado. Si el sello se
abriera, las almas de los guerreros Berserker enterradas al rededor de la
puerta, se levantarían y poseerían los cuerpos que pudieran para prevenir que
los humanos adquieran acceso.
Artemis aún podía
recordar el hedor enfermizo que había experimentado cuando un Berserker mágico
había intentado ocupar su mente.
-Y si la puerta de
los Berserker era abierta por una mano mágica, entonces los guerreros serían
esclavos de esa hada para pelear bajo sus órdenes. En este caso, Opal Koboi.
-Este hechizo fue
conjurado para durar al menos un siglo, hasta que las Criaturas estuvieran a
salvo lejos y la locación de la puerta fuera olvidada.
Los labios de Holly
se rizaron mientras lo decía, y Artemis hizo una deducción.
-¿Pero hubo una
traición?
Los ojos de Holly
centellearon con sorpresa. -¿Cómo…? Si, por supuesto que tú adivinarías,
Artemis. Fuimos traicionados por el hechicero gnomo infame, Shayden Fruid, alguna
vez conocido como Shayden el Audaz, pero desde entonces llamado Shayden la Vergüenza
de Taillte. Hay una estatua invertida de él en la capilla de Hey-Hey, que no es
un cumplido precisamente, créeme.
-¿Qué pasó, Holly?
-Dijo Artemis, apurándola.
-Shayden Fruid se
escondió en una bruma conjurada hasta que los moribundos Berserkers fueron
enterrados al rededor de la entrada y las Criaturas hayan descendido al
submundo, y luego trató de estropear el candado. No solo intentó abrir el sello
para los humanos, sino también liderar los cautivos Berserkers contra su propia
gente.
-Este tipo era una
dulzura, -Gritó Mantillo con la cara iluminada por el brillo del refrigerador. -La
leyenda dice que una vez vendió a su madre rio abajo. Y no estoy hablando
metafóricamente. Realmente puso a su madre en un bote y la cambió en el
siguiente pueblo con la corriente. Debería haber habido una bandera roja justo
allí.*
-Pero el plan de
Shayden falló, ¿No es así? -Dijo Artemis.
-Sí, porque el
escalón secreto del plan llamó a alguien para mantenerse detrás y colapsar el
valle en la cima del sello. Un gran hechicero que pudo mantener la niebla hasta
que la entrada fue enterrada, y luego usarla para cubrir su huída. Como los
demonios ya se habían ido, solo el hechicero duendecillo Bruin Fadda, cuyo odio
por la humanidad era legendario, pudo completar la misión, trepando el pico del
valle para conjurar el colapso que había sido preparado por ingenieros enanos.
De algún modo,
Artemis, Mayordomo y Holly sentían que ya habían experimentado lo que había
pasado. Tal vez eran los últimos residuos del plasma de los Berserker en sus
cejas, pero de pronto pudieron escuchar la respiración de la garganta de Bruin
Fadda mientras corría por la ladera, gritándole a Shayden que se alejara del
sello.
-Lucharon ferozmente,
cada poderoso guerrero hiriendo mortalmente al otro. Al final, Bruin, moribundo
y siendo llevado por la locura, el dolor, el odio y la desesperación, conjuró
un segundo sello, usando su propia sangre y magia oscura prohibida. Si ese
candado era abierto, entonces Danu, la madre Tierra, liberaría su magia al aire
en una explosión de poder que aniquilaría a cada humano en la superficie, y las
Criaturas estarían a salvo por siempre.
-¿Solo humanos?
Holly despertó de su
ensueño. -Solo humanos. Los odiados opresores. Bruin había perdido a cada miembro
de su familia en el ataque. Estaba más allá de la razón.
Mayordomo se tomó la
barbilla. -Cada arma tiene una fecha de vencimiento, Holly. Han pasado diez mil
años ¿No puede este hechizo tener una media efectividad o algo?
-Es posible. Pero los
Berserkers están libres, el primer candado funcionó bien.
-¿Por qué Opal querría
abrir el segundo?
Artemis sabía la
respuesta. -Es político. Hay un gran pasillo en Refugio que ha estado advocando
a máxima escala la guerra por años. Opal sería un héroe para ellos.
Holly asintió. -Exacto.
Además, Opal está tan ida que en verdad cree que su destino es ser algún tipo
de mesías. Vieron lo que estaba preparada a hacer con tal de solo escapar.
-Cuéntame, -Dijo
Mantillo.
-Hizo secuestrar a su
yo más joven, y luego mando una demanda de rescate falsa para su yo presente, así
nosotros la pondríamos dentro de un reactor nuclear, y en consecuencia
ayudándola a generar suficiente magia negra para abrir el primer candado.
Mantillo azotó la
puerta de la heladera. -Estoy sinceramente apenado de preguntar. Esta es la
clase típica de líos en el que nos metes, Artemis.
-Hey, -Espetó Holly. -No
hay tiempo para culpar a Artemis.
-Gracias, -Dijo
Artemis. -Finalmente.
-Habrá mucho tiempo
para hacerlo después, cuando esto se resuelva.
Artemis se cruzó de
brazos con gestos exagerados. -Eso no era necesario, Holly. Soy una víctima
aquí tanto como el resto. Incluso esos Berserkers están siendo usados para
pelear una Guerra que terminó hace diez mil años ¿No podríamos decirles que la
guerra ya acabó? Están resguardando una puerta que presumo que ya no lleva a
ninguna parte.
-Es verdad. No hemos
usado las conexiones viejas desde hace un milenio.
-¿No puedes de alguna
forma comunicarles eso?
-No. Están bajo
ataduras mágicas. Nada que digamos hará efecto.
-¿Cuánto tiempo
tenemos? -Preguntó Artemis.
-No lo sé, -Admitió
Holly. -Mi papá me contó la leyenda como una historia antes de dormir. Se le
fue transmitida por su padre. La cosa entera proviene de la mente de un
hechicero telépata que estaba sincronizado con Bruin Fadda en sus momentos
finales. Todo lo que sabemos es que el segundo sello es complejamente mágico. La
magia negra corre por Opal ahora, pero tiene un precio alto y se acaba rápido. Querrá
abrirlo antes del amanecer, mientras la luna mágica esté aún alta. Sus Berserkers
serán jirones desnudos de lo que fueron después de todo ese tiempo, y no pueden
durar mucho más que eso. Algunos se entregarán al llamado de la otra vida antes
que entonces.
Artemis se giró hacia
Mayordomo por una pregunta sobre tácticas. Este era el área de experiencia de
su guardaespaldas. -¿Cómo desplegará sus fuerzas Opal?
-Tendrá a la mayoría
de esos Berserkers reunidos a su alrededor, vigilando sus espaladas mientras
ella abre ese candado mágico. El resto harán guardia en las paredes y ejecutaran patrullas itinerantes alrededor del
estado, sin dudas, armados hasta los dientes. Probablemente con mi armamento.
-¿Tenemos algún arma?
-Preguntó Artemis.
-Perdí mi Neutrino después
del golpe, -Dijo Holly.
-Tuve que registrar
mi pistola en Inmigraciones de Refugio,- Dijo Mayordomo. -Nunca tuve la
oportunidad de recogerla.
Mantillo regresó a la
fogata. -Dijeron que cada humano en la superficie sería asesinado. Solamente
quería señalar que están bajo tierra. Así que, ustedes saben, solo quédense
aquí.
Holly le lanzó una
mirada bastante cruda y venenosa.
-Hey, no había
necesidad de eso. Es bueno explorar todas las opciones.
-Si Opal abre el
segundo candado, no solo matará a billones de humanos, sino que desencadenará
una guerra civil sin precedentes entre las Criaturas. Luego de lo cual Opal
Koboi probablemente se declarará emperatriz suprema.
-¿Así que estás
diciendo que deberíamos detenerla?
-Estoy diciendo que
debemos detenerla, pero no sé cómo.
Artemis miró hacia
arriba, como si inspiración divina estuviera viniendo, pero todo lo que podía
ver eran las paredes brillantes del refugio subterráneo de Mantillo y la firme
oscuridad de las bocas de los túneles punteada en sus superficies.
-Mantillo, -Dijo
apuntando. -¿A dónde conducen esos túneles?
*Refiriéndose a la
existencia de peligro, una advertencia de lo que podría haber pasado.
Y? Qué les pareció? Qué parte les gustó más? Nos vemos en el próximo capítulo que puede ser que lo suba la próxima semana (o quizá antes porque es bien, bien cortito): Un grupo variado(titulo no confirmado); sigo con pruebas así que no prometo nada, pero dense una vuelta el domingo que viene a la tarde/noche, quizá ya esté subido :)
¡Oh! vaya, gracias por subirlo tan pronto, espero que te haya ido bien en los examenes y si no... pues siempre puedes sobornar a los profesores, aunque eso seria ilegal (pero solo si te descubren); claro que eso es solo una opcion, no estoy diciendo que lo hagas, aunque sabemos que no lo necesites, tenemos fe ciega en vos y sabemos que lo lograras (saludos a todos los maestros que estan leyendo esto).
ResponderEliminarEl capitulo fue interesante, aunque si ubiera habido un poco mas de accion ó de romance, por lo menos(porque que lo que hay en los siete libros, como que es poco), ubiera estado excelente.
Saludos, buen trabajo y suerte en los examenes.