viernes, 17 de mayo de 2013

Artemis Fowl 8 - Eoin Cofler, Capítulo 7- TRADUCCIÓN

Hola, bueno, les cuento lo que pasa: yo supuestamente no tendría que estar subiendo este capítulo hoy, en especial porque dura el doble que el resto, pero como soy muy buena y como no puedo estar estudiando todo el tiempo y necesito hacer otra cosa, aquí les traigo este nuevo capítulo, que no se llama como dije al principio (escupitajo en un santiamen) sino "Saliva en un santiamén" (consideré este nombre más apropiado)... espero que lo disfruten porque si desaprobé la trimestral de lengua es su culpa, jaja no, estoy bromeando, sería culpa de la prueba que era tan larga :S Bueno, sin más que decir aquí les dejo el capítulo completo:



Saliva en un santiamén

Capítulo 7

El Estado Fowl, Muchos metros por debajo del suelo

Artemis cayó y cayó, las rodillas y hombros llamativos contra raíces curvas y esquinas de piedra caliza afiladas que salían de la tierra como libros semienterrados. Montones de tierra se derrumbaba a su alrededor, y las piedras agitaban su remera hacia abajo y las paneteras de su pantalón hacia arriba. Su vista se vio obstruida por el giro de la caída y las capas de suelo, pero la tierra brillaba en lo alto. ¿Y debajo también? ¿Era eso posible?

Artemis estaba confundido por el golpe de la madera detrás de un oído y el brillo luminoso desde abajo. Era abajo, ¿o no?

Me siento como Alicia cayendo dentro del País de las Maravillas.

Una línea vino a su memoria:

Sería tan agradable si algo tuviera sentido para un cambio.

Ninguna caída puede durar por siempre cuando la gravedad está involucrada, y la caída de Artemis fue misericordiosamente gradual a medida que el cráter se canalizaba en un cuello de botella, que Mayordomo y Holly habían bloqueado decentemente con sus cuerpos y extremidades enredadas antes de caer por el hoyo. Ásperas manos lo agarraron, tirando de él hacia un túnel debajo.

Aterrizó en una pila de cuerpos y sacudió el lodo de sus ojos. Alguien, o algo, permanecía desnudo ante él, una figura etérea brillando con una luz desde la cabeza a los pies. Le alcanzó una mano resplandeciente y habló con la voz de la publicidad de las películas:

-Tira de mi dedo.

Artemis relajó los músculos del cuello que no había notado tensos.

-Mantillo.

-El único e inigualable. Salvando tu ingenioso trasero una vez más. Recuérdame, ¿quién se supone que debería ser el genio aquí?

-Mantillo, -Dijo Artemis de nuevo.

Mantillo apuntó sus dedos ofrecidos como una pistola. -Aha. Tú mismo te lo estás repitiendo. Una vez me dijiste que repetirse a sí mismo es un ejercicio en redundancia. Bien, ¿quién es redundante ahora, Fangoso? ¿Qué bien hizo tu genio contra esos dementes allí arriba?

-Ninguno, -Admitió Artemis. -¿Podemos discutir luego?

-Porque estás perdiendo la pelea, -Se mofó Mantillo.

-No, porque esos dementes nos pisan los talones. Necesitamos retroceder y reagruparnos.

-No te preocupes por eso, -Dijo Mantillo, metiendo un antebrazo en un hoyo en la pared del túnel y arrancando una raíz gruesa. -Nadie nos sigue a ninguna parte una vez colapse la boca del túnel. Pero tal vez quieras retroceder un metro o dos.

La tierra sobre ellos retumbó como nubarrones coronando una montaña baja, y Artemis fue tomado por la repentina certeza de que estaban por ser aplastados. Se corrió hacia adelante y se aplastó contra la sucia y oscura pared lodosa, como si eso pudiera hacer la diferencia.

Pero el túnel de Mantillo había mantenido su integridad, y solo el punto donde había estado Artemis estaba completamente bloqueado.

Mantillo rodeo con sus dedos el tobillo de Mayordomo y, con un poco de esfuerzo, arrastró al guardaespaldas inconsciente por el suelo del túnel.

-Tú lleva a Holly. Gentilmente ahora. Por el aspecto de tu mano, alejó a esos espíritus y salvo tu vida. Antes de que yo la salvara. Probablemente justo después de que Mayordomo la salvara ¿Estás viendo un patrón emergiendo, Artemis? ¿Estás empezando a darte cuenta de quién es la carga aquí?

Artemis miró su mano. Estaba marcado con una runa espiralada donde Holly lo había quemado. Los últimos globos de ectoplasma de Berserker manchando su cabello y haciéndolo estremecer con la vista.

Una runa protectora.

Holly los había marcado para salvarlos. Y pensar que había dudado de ella.

Artemis recogió a Holly y siguió al enano brillante, tanteando el camino con los pies.

-Más despacio, -Llamó. -Está oscuro aquí.

La vos de Mantillo hizo eco a través del túnel. -Sigue las esferas, Arty. Les di una capa de saliva de enano extra como abrigo, la solución mágica que puede hacerlo todo, desde brillar en la oscuridad hasta repeler huéspedes fantasmales. Debería embotellar esta cosa. Sigue las esferas.

Artemis entrecerró los ojos ante el resplandor retirándose y pudo de hecho distinguir dos globos bamboleantes que brillaban más que el resto.

Una vez que supo que eran las esferas, decidió no seguirlas de tan de cerca. Había visto esas cosas en acción y aún tenía pesadillas ocasionales.

El túnel se onduló y curvó hasta que la brújula interna de Artemis se rindió al poco sentido de la dirección que tenía. Caminó penosamente detrás de la parte trasera brillante de Mantillo, mirando a su amiga inconsciente en sus brazos. Parecía tan pequeña y frágil, a pesar de que Artemis la había visto tomado el control de una horda de trols para defenderlo.

-La suerte está en nuestra contra, como lo ha estado muchas veces, mi amiga, -Susurró, tanto para él como para Holly. Corrió unos cálculos aproximados, factorizando las desesperadas situaciones que habían resistido los pasados años, el IQ relativo de Opal Koboi, y el número aproximado de oponentes que había vislumbrado de la tierra. -Estimaría que nuestras chances de sobrevivir son menores al quince por ciento. Pero, en el lado bueno, hemos sobrevivido, sin decir que fuimos vencedores, contra grandes obstáculos. Una vez.

Obviamente, los susurros de Artemis fueron llevados por el túnel, y la voz de Mantillo flotó hacia él.

-Necesitas dejar de pensar con la cabeza, Fangoso, y empezar a pensar con el corazón.

Artemis suspiró. El corazón era un órgano bombeante de sangre rica en oxígeno a las células. No podría pensar más que una manzana hacer un baile de tap. Estaba a punto de explicarle esto al enano cuando el túnel se abrió a una gran cámara, y Artemis se quedó sin aliento.

La sala era del tamaño de un granero pequeño, con las paredes inclinadas hasta un vértice. Habían túneles afluentes repartidos a distintas alturas, y manchas de suciedad brillantes pegadas a las rocas expuestas como un sistema de iluminación. Artemis ya había visto este sistema particular antes.

-Flema de enano, -Dijo, señalando un grupo bajo de manchas con el tamaño de pelotas de tenis. -Se endurecen una vez son excretadas, y brillan con una luminiscencia sin igual en la naturaleza.

-No es toda flema, -Dijo el enano misteriosamente, y por primera vez, Artemis no se sintió como para llegar al fondo del misterio, porque la raíz de estos misterios generalmente estaban en las inmediaciones del misterioso trasero de Mantillo. Artemis puso a Holly suavemente sobre una cama con cuatro abrigos de piel sintética y reconoció la marca del diseñador.

-Estos son los abrigos de mi madre.

Mantillo tiró la pierna de Mayordomo. -Sip. Bueno, la posesión es nueve décimos de la ley, ¿así que por qué no tomas tus décimos devuelta a la superficie y hablas de robo con esa cosa que solía ser Opal Koboi?

Este era un buen punto. Artemis no tenía deseos de ser echado de su santuario.

-¿Estamos a salvo aquí abajo? ¿No nos seguirán?

-Pueden tratar, -Dijo Mantillo, escupió una bola brillante de saliva encima de un escupidero flojo. -Pero les tomará un par de días con taladros industriales y sonares. E incluso entonces, podría derrumbar todo esto con una ráfaga bien posicionada de gas de enano.

Artemis encontró esto difícil de creer. -En serio. ¿Una ráfaga, y esta estructura entera se viene abajo?

Mantillo adoptó una pose heroica, un pie en una roca y las manos en la cadera. -en mi línea de trabajo, debes estar listo para seguir adelante. Solo alejarte.

Artemis no apreciaba la pose heroica. -Por favor, Mantillo, te lo ruego. Ponte un par de pantalones.

Mantillo accedió a regañadientes, tirando de los pantalones desteñidos sobre sus muslos carnosos. Eso era tan lejos como estaba dispuesto a ir, y su pecho peludo y prodigiosas tripas permanecieron brillantes y desnudas.

-Los pantalones los usaré por el bien de Holly, pero esta es mi casa, Artemis. En la cueva, Mandíbulas se mantiene casual.

Agua caía desde una estalactita dentro de una piscina a punto de hervir. Artemis metió la mano en ella, y luego posó su palma sobre la frente de Holly. Ella aún estaba inconsciente, siguiendo su segundo trauma físico en varios minutos, y una simple chispa de magia se estableció en su herida de la cabeza, zumbando como una trabajadora abeja dorada. La abeja pareció notar la mano de Artemis y saltó hacia la marca, calmando su piel pero dejando una cicatriz en relieve. Una vez terminado su trabajo, la magia regresó a Holly y se extendió como un bálsamo por su frente. Su respiración era profunda y regular, y parecía más una persona dormida que inconsciente.

-¿Cuánto tiempo has estado aquí, Mantillo?

-¿Por qué? ¿Estás buscando por alquiler atrasado?

-No, por el momento estoy simplemente recolectando información. Entre más sé, más exhaustivamente puedo planear.

Mantillo empujó la tapa de un refrigerador, que Artemis reconoció de un viejo equipo de picnic familiar, y sacó un sangriento salami.

-Sigues diciendo eso sobre el planeamiento exhaustivo, etcetera, y seguimos terminando bien dentro del agujero de un trol sin botas con resortes.

Artemis hace mucho había dejado de pedirle a Mantillo que explique sus metáforas. Estaba desesperado por cualquier información que pudiera ponerlo al filo, algo que lo ayudara a arrebatar el control de esta desesperada situación.

“Concéntrate,” Se dijo a sí mismo. “Hay mucho en juego aquí. Más que nunca.”

Artemis se sintió roto. Su pecho hinchado por las recientes curaciones y esfuerzos. Extraordinariamente, no sabía qué hacer, aparte de esperar a que sus amigos se levantaran.

Fue hasta Mayordomo, revisando sus pupilas en busca de daño cerebral. Holly le había disparado en el cuello, y habían tenido una buena caída. Estuvo tranquilo al encontrar sus pupilas del mismo tamaño.

Mantillo se acuclilló detrás de él, brillando como un semidiós rechoncho, lo que era un poco perturbarte si sabías como era el enano en realidad. Mantillo Mandíbulas estaba tan lejos del bien como un erizo de la suavidad.

-¿Qué piensas de mi lugar? -Preguntó el enano.

-Es… -Artemis señaló a su alrededor. -Sorprendente. Hiciste este hueco por ti mismo ¿Cuánto tiempo has estado aquí?

El enano se encogió de hombros. -Un par de años. De a ratos, tú sabes. Tengo una docena de estos pequeños agujeros de escape por todo el lugar. Me cansé de ser un ciudadano con-la-ley. Así que saqué un sifón con un poco de jugo de tus barras geotérmicas y pirateé tu cable.

-¿Por qué vivir aquí abajo?

-No vivo vivo aquí. Vengo ocasionalmente. Cuando las cosas se ponen calientes. Acabo de hacer un trabajo bastante grande y necesitaba esconderme un rato.

Artemis miró a su alrededor. -¿Un trabajo bastante grande, dices? ¿Así que dónde está todo el botín?

Mantillo sacudió un dedo brillante como un palo de fiestas. -Ahora, como mi primo Nord diría, es cuando mi improvisada mentira cae.

Artemis sumó dos y dos y llegó a un muy desagradable cuatro.

-¡Estabas aquí para robarme!

-No, no lo estaba ¿¡Cómo te atreves?!

-Estás asechando aquí abajo para hacer un túnel a la Mansión Fowl. De nuevo.

-Asechando no es una linda palabra. Me hace sonar como una serpiente marina. Me gusta pensar que me estaba escondiendo entre las sombras. Genial, como un gato ladrón.

-Comes gatos, Mantillo.

Mantillo juntó sus manos. -Okey. Lo admito. Puedo haber estado planeando echarle un vistazo a la bóveda de arte. Pero mira el lado bueno. Robándole a una mente maestra criminal. Eso es irónico. A ustedes los cerebritos les gusta la ironía, ¿cierto?

Artemis estaba horrorizado. -No puedes mantener arte aquí. Está húmedo y mugroso.

-No le hicieron daño a los faraones, -argumentó el enano.

Holly, que yacía en el suelo a sus espaldas, abrió los ojos, tosió, y ejecutó un movimiento que era mucho más difícil de lo que parecía, brincando verticalmente de donde estaba acostada y aterrizando de pie. Mantillo estaba impresionado hasta que Holly intentó estrangularlo con su propia barba, llegó el punto en el que él dejó de estar asombrado y se ocupó en ahogarse.

Este era un problema de despertar después de una curación mágica: el cerebro está totalmente sano, pero la mente está confundida. Es extraño sentirse inteligente y aturdido a la vez. Añádele un lapso de tiempo a la mezcla, y una persona encontrará difícil de transitar de un estado de sueño al mundo despierto, así que es recomendable poner al paciente en lugares tranquilos, tal vez con algunos juguetes de niño amontonados al rededor de la almohada. Desafortunadamente para Holly, había perdido la conciencia en el medio de una lucha de vida o muerte y despertado encontrando un monstruo brillante cerniéndose sobre ella. Así que, entendiblemente, sobre reaccionó.

Le tomó unos cinco segundos darse cuenta de quién era Mantillo.

-Oh, -Murmuró tímidamente. -Eres tú.

-Sí, -Dijo Mantillo, luego tosió algo que chilló y se arrastró lejos. -Si pudieras, por favor, abandonar la barba—acabo de tener un tratamiento de acondicionamiento de salón hecho.

-¿En serio?

-Por supuesto que no. Vivo en una caverna. Como suciedad ¿Qué crees?

Los dedos de Holly peinaron la barba de Mantillo un poco, y luego bajaron hasta los hombros del enano.

-Recién estaba sentada en saliva, ¿correcto? -dijo haciendo muecas.

-No es todo saliva, -dijo Artemis.

-Bien, Artemis, -Dijo, frotando la tenue marca roja en su frente, -¿Cuál es el plan?

-Y hola a ti también, -Dijo Mantillo. -Y no me agradezcas. Salvar tu vida una vez más ha sido mi placer. Solo uno de los muchos servicios ofrecidos por Aerolíneas Mandíbulas.

Holly frunció el seño. -Tengo una orden para ti.

-¿Entonces por qué no me arrestas?

-Las facilidades de seguridad no están realmente operando en este momento.

Mantillo se tomó unos momentos para procesar esto, y la marca de bravuconería se drenó de sus escarpados rasgos, arruga por arruga. Casi parecía que su brillo había disminuido algunos tonos.

-Oh, Santo señor Vortex, -Dijo, trazando el signo sagrado de la panza hinchada sobre su estómago para evitar el mal. -¿Que ha hecho Opal ahora?

Holly se sentó en un montículo, tipiando en su computadora de muñeca para ver si algo funcionaba.

-Encontró y abrió el sello de los Berserker.

-Y no es lo peor, -Dijo Artemis. -Mató a su yo más joven, lo que destruyó todos sus inventos o lo que haya influenciado desde entonces. Refugio está cerrado, y los humanos volvieron a la Edad de Piedra.

La cara de Holly era severa bajo el brillo de la saliva luminosa. -De hecho, Artemis, encontrar el Sello de los Berserker es lo peor, porque hay dos cerraduras. La primera libera a los Berserkers…

Mantillo saltó en la pausa. -¿Y la segunda? Vamos, Holly, no es tiempo de teatro.

Holly abrazó sus rodillas como un niño perdido. -La segunda libera al Armagedón. Si Opal logra abrirla, cada humano en la superficie de la tierra será asesinado.

Artemis sintió su cabeza girar mientras la sangrienta escala del plan de Opal se aclaraba.

Mayordomo eligió ese momento para recuperar sus sentidos. -Juliet está en la superficie con los amos Beckett y Myles, así que supongo que no podemos dejar que eso pase.

Se sentaron apretado al rededor de una fogata se saliva brillante mientras Holly decía lo que había considerado una leyenda, pero que ahora era un hecho histórico bastante exacto.

-La mayoría de esto ya lo saben por los espíritus que trataron de invadirlos.

Mayordomo frotó su cuello marcado. -Yo no. Estaba fuera de combate. Todo lo que tengo son imágenes fragmentadas. Cosas muy graves, incluso para mí. Extremidades cortadas, personas siendo enterradas vivas ¿Enanos manejando trols en batalla? ¿Pudo haber pasado eso?

-Todo eso pasó, -Confirmó Holly. -Habían cuerpos de enanos que cabalgaban trols.

-Sip, -dijo Mantillo. -Se llamaron a sí mismos los Conductores de Trol ¿Un buen nombre, no? Había un grupo que solo salía de noche que se hacían llamar Conductores de Trol Nocturnos.

Artemis no lo pudo evitar. -¿Cómo se llamaban los conductores de trol de día?

-Esos gauchos eran llamados Conductores de Trol Diurnos, -Respondió Mantillo alegremente. -Cuero de la cabeza a los pies. Olían como el interior de la vejiga de un gusano maloliente, pero hicieron su trabajo.

Holly podría haber llorado de frustración, pero había aprendido durante su breve período como investigadora privada donde Mantillo le había servido como compañero, que el enano se callaría únicamente cuando estuviera bien y listo. Artemis, por el otro lado, debería saberlo mejor.

-Artemis, -Dijo cortante,  -No lo animes. Estamos contrarreloj.

Artemis parecía casi indefenso en la luminiscencia. -Por supuesto. No más comentarios. Me estoy sintiendo un poco abrumado, a decir verdad. Continua, Holly, por favor.

Y así Holly contó su historia, sus rasgos fuertemente iluminados bajo el brillo no convencional. Mayordomo no pudo evitar recordar las historias de terror que le habían contado a él y sus compañeros exploradores por el Maestro Prunes en los viajes semanales a la cueva de Dan-yr-Ogof en Gales. El aspecto de Holly era básico, pero las circunstancias enviaron un escalofrío a través de su espina.

“Y no me estremezco fácilmente,” Pensó el gran hombre, moviéndose incómodo en la raíz embarrada que le servía de asiento.

-Cuando era pequeña, mi padre solía contarme la historia de Taillte casi cada noche así nunca olvidaría el sacrificio que hicieron nuestros ancestros. Algunos dieron sus vidas, pero unos pocos fueron más lejos aún, postergando sus vidas futuras. -Holly cerró los ojos y trató de contarlo como lo había escuchado. -Diez mil años atrás, los humanos lucharon por erradicar las familias mágicas de la superficie terrestre. No habían razones para hacerlo. Las hadas son, en su mayoría, gente amante de la paz, y sus habilidades curativas y conexiones especiales con la tierra era beneficiosa para todos, pero siempre entre los humanos están esos individuos que controlan todo lo que ven y son amenazados por lo que no entienden.

Artemis se abstuvo de apuntar el obvio hecho de que era un ser mágico el que estaba, más o menos, intentando destruir el mundo actualmente, pero se lo guardó para sacarlo a relucir más tarde.

-Y así las Criaturas tomaron refugio en la mística isla de Ériú, la casa de la magia, donde eran más poderosos. Cavaron sus pozos de curación y congregaron a su ejército en los Llanos de Taillte para la última batalla.

Los otros permanecían en silencio mientras Holly hablaba, ellos podían ver la escena en sus propias memorias.

-El combate fue breve, -Dijo Holly con amargura. -Los humanos no mostraron piedad, y estaba claro desde la primera noche que las Criaturas estaban condenadas a la exterminación. Y por eso el Consejo decidió que se retirarían a las catacumbas debajo de la tierra desde donde habían llegado antes del amanecer de la edad del hombre. Todos excepto los demonios, que usaron su magia para elevar su isla fuera del tiempo.

-Okey, -Dijo Mantillo. -Estaba siguiéndote, pero luego dijiste donde, así que ahora tengo que ir a la heladera.

Holly frunció el seño brevemente, luego continuó. Todos sabían que comer era como Mantillo manejaba las malas noticias, y las buenas, y las triviales. Todas las noticias, en realidad.

-Pero el Consejo razonó que incluso su refugio subterráneo estaría en peligro por los humanos, y entonces construyeron una entrada con un candado encantado. Si el sello se abriera, las almas de los guerreros Berserker enterradas al rededor de la puerta, se levantarían y poseerían los cuerpos que pudieran para prevenir que los humanos adquieran acceso.

Artemis aún podía recordar el hedor enfermizo que había experimentado cuando un Berserker mágico había intentado ocupar su mente.

-Y si la puerta de los Berserker era abierta por una mano mágica, entonces los guerreros serían esclavos de esa hada para pelear bajo sus órdenes. En este caso, Opal Koboi.

-Este hechizo fue conjurado para durar al menos un siglo, hasta que las Criaturas estuvieran a salvo lejos y la locación de la puerta fuera olvidada.

Los labios de Holly se rizaron mientras lo decía, y Artemis hizo una deducción.

-¿Pero hubo una traición?

Los ojos de Holly centellearon con sorpresa. -¿Cómo…? Si, por supuesto que tú adivinarías, Artemis. Fuimos traicionados por el hechicero gnomo infame, Shayden Fruid, alguna vez conocido como Shayden el Audaz, pero desde entonces llamado Shayden la Vergüenza de Taillte. Hay una estatua invertida de él en la capilla de Hey-Hey, que no es un cumplido precisamente, créeme.

-¿Qué pasó, Holly? -Dijo Artemis, apurándola.

-Shayden Fruid se escondió en una bruma conjurada hasta que los moribundos Berserkers fueron enterrados al rededor de la entrada y las Criaturas hayan descendido al submundo, y luego trató de estropear el candado. No solo intentó abrir el sello para los humanos, sino también liderar los cautivos Berserkers contra su propia gente.

-Este tipo era una dulzura, -Gritó Mantillo con la cara iluminada por el brillo del refrigerador. -La leyenda dice que una vez vendió a su madre rio abajo. Y no estoy hablando metafóricamente. Realmente puso a su madre en un bote y la cambió en el siguiente pueblo con la corriente. Debería haber habido una bandera roja justo allí.*

-Pero el plan de Shayden falló, ¿No es así? -Dijo Artemis.

-Sí, porque el escalón secreto del plan llamó a alguien para mantenerse detrás y colapsar el valle en la cima del sello. Un gran hechicero que pudo mantener la niebla hasta que la entrada fue enterrada, y luego usarla para cubrir su huída. Como los demonios ya se habían ido, solo el hechicero duendecillo Bruin Fadda, cuyo odio por la humanidad era legendario, pudo completar la misión, trepando el pico del valle para conjurar el colapso que había sido preparado por ingenieros enanos.

De algún modo, Artemis, Mayordomo y Holly sentían que ya habían experimentado lo que había pasado. Tal vez eran los últimos residuos del plasma de los Berserker en sus cejas, pero de pronto pudieron escuchar la respiración de la garganta de Bruin Fadda mientras corría por la ladera, gritándole a Shayden que se alejara del sello.

-Lucharon ferozmente, cada poderoso guerrero hiriendo mortalmente al otro. Al final, Bruin, moribundo y siendo llevado por la locura, el dolor, el odio y la desesperación, conjuró un segundo sello, usando su propia sangre y magia oscura prohibida. Si ese candado era abierto, entonces Danu, la madre Tierra, liberaría su magia al aire en una explosión de poder que aniquilaría a cada humano en la superficie, y las Criaturas estarían a salvo por siempre.

-¿Solo humanos?

Holly despertó de su ensueño. -Solo humanos. Los odiados opresores. Bruin había perdido a cada miembro de su familia en el ataque. Estaba más allá de la razón.

Mayordomo se tomó la barbilla. -Cada arma tiene una fecha de vencimiento, Holly. Han pasado diez mil años ¿No puede este hechizo tener una media efectividad o algo?

-Es posible. Pero los Berserkers están libres, el primer candado funcionó bien.

-¿Por qué Opal querría abrir el segundo?

Artemis sabía la respuesta. -Es político. Hay un gran pasillo en Refugio que ha estado advocando a máxima escala la guerra por años. Opal sería un héroe para ellos.

Holly asintió. -Exacto. Además, Opal está tan ida que en verdad cree que su destino es ser algún tipo de mesías. Vieron lo que estaba preparada a hacer con tal de solo escapar.

-Cuéntame, -Dijo Mantillo.

-Hizo secuestrar a su yo más joven, y luego mando una demanda de rescate falsa para su yo presente, así nosotros la pondríamos dentro de un reactor nuclear, y en consecuencia ayudándola a generar suficiente magia negra para abrir el primer candado.

Mantillo azotó la puerta de la heladera. -Estoy sinceramente apenado de preguntar. Esta es la clase típica de líos en el que nos metes, Artemis.

-Hey, -Espetó Holly. -No hay tiempo para culpar a Artemis.

-Gracias, -Dijo Artemis. -Finalmente.

-Habrá mucho tiempo para hacerlo después, cuando esto se resuelva.

Artemis se cruzó de brazos con gestos exagerados. -Eso no era necesario, Holly. Soy una víctima aquí tanto como el resto. Incluso esos Berserkers están siendo usados para pelear una Guerra que terminó hace diez mil años ¿No podríamos decirles que la guerra ya acabó? Están resguardando una puerta que presumo que ya no lleva a ninguna parte.

-Es verdad. No hemos usado las conexiones viejas desde hace un milenio.

-¿No puedes de alguna forma comunicarles eso?

-No. Están bajo ataduras mágicas. Nada que digamos hará efecto.

-¿Cuánto tiempo tenemos? -Preguntó Artemis.

-No lo sé, -Admitió Holly. -Mi papá me contó la leyenda como una historia antes de dormir. Se le fue transmitida por su padre. La cosa entera proviene de la mente de un hechicero telépata que estaba sincronizado con Bruin Fadda en sus momentos finales. Todo lo que sabemos es que el segundo sello es complejamente mágico. La magia negra corre por Opal ahora, pero tiene un precio alto y se acaba rápido. Querrá abrirlo antes del amanecer, mientras la luna mágica esté aún alta. Sus Berserkers serán jirones desnudos de lo que fueron después de todo ese tiempo, y no pueden durar mucho más que eso. Algunos se entregarán al llamado de la otra vida antes que entonces.

Artemis se giró hacia Mayordomo por una pregunta sobre tácticas. Este era el área de experiencia de su guardaespaldas. -¿Cómo desplegará sus fuerzas Opal?

-Tendrá a la mayoría de esos Berserkers reunidos a su alrededor, vigilando sus espaladas mientras ella abre ese candado mágico. El resto harán guardia en las paredes y  ejecutaran patrullas itinerantes alrededor del estado, sin dudas, armados hasta los dientes. Probablemente con mi armamento.

-¿Tenemos algún arma? -Preguntó Artemis.

-Perdí mi Neutrino después del golpe, -Dijo Holly.

-Tuve que registrar mi pistola en Inmigraciones de Refugio,- Dijo Mayordomo. -Nunca tuve la oportunidad de recogerla.

Mantillo regresó a la fogata. -Dijeron que cada humano en la superficie sería asesinado. Solamente quería señalar que están bajo tierra. Así que, ustedes saben, solo quédense aquí.

Holly le lanzó una mirada bastante cruda y venenosa.

-Hey, no había necesidad de eso. Es bueno explorar todas las opciones.

-Si Opal abre el segundo candado, no solo matará a billones de humanos, sino que desencadenará una guerra civil sin precedentes entre las Criaturas. Luego de lo cual Opal Koboi probablemente se declarará emperatriz suprema.

-¿Así que estás diciendo que deberíamos detenerla?

-Estoy diciendo que debemos detenerla, pero no sé cómo.

Artemis miró hacia arriba, como si inspiración divina estuviera viniendo, pero todo lo que podía ver eran las paredes brillantes del refugio subterráneo de Mantillo y la firme oscuridad de las bocas de los túneles punteada en sus superficies.

-Mantillo, -Dijo apuntando. -¿A dónde conducen esos túneles?



*Refiriéndose a la existencia de peligro, una advertencia de lo que podría haber pasado.

 Y? Qué les pareció? Qué parte les gustó más? Nos vemos en el próximo capítulo que puede ser que lo suba la próxima semana (o quizá antes porque es bien, bien cortito): Un grupo variado(titulo no confirmado); sigo con pruebas así que no prometo nada, pero dense una vuelta el domingo que viene a la tarde/noche, quizá ya esté subido :)

1 comentario:

  1. ¡Oh! vaya, gracias por subirlo tan pronto, espero que te haya ido bien en los examenes y si no... pues siempre puedes sobornar a los profesores, aunque eso seria ilegal (pero solo si te descubren); claro que eso es solo una opcion, no estoy diciendo que lo hagas, aunque sabemos que no lo necesites, tenemos fe ciega en vos y sabemos que lo lograras (saludos a todos los maestros que estan leyendo esto).

    El capitulo fue interesante, aunque si ubiera habido un poco mas de accion ó de romance, por lo menos(porque que lo que hay en los siete libros, como que es poco), ubiera estado excelente.

    Saludos, buen trabajo y suerte en los examenes.

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