domingo, 21 de julio de 2013

Artemis Fowl 8 - Eoin Cofler, Capítulo 16 parte 3 - TRADUCCIÓN

Bueno, bueno, ¿cómo andan? Al final pude actualizar!! Aunque ahora tenga un sueño tremendo… y frio, muchísimo… espero que disfruten el final de este capítulo J

El aliento se le atoró a Bellico en la garganta.
¡Dispérsense! Quería gritarles a sus tropas ¡Refúgiense!
Pero el trol estaba sobre ellos, destruyendo guerreros de terracota con cortantes golpes de sus masivos brazos, derribándolos como soldaditos de juguete. El trol pateó al perro en la atmósfera baja y golpeó de refilón a Bellico mandándola a un barril de agua. En segundos, muchos piratas fueron reducidos a comida de perro, e incluso aunque Salton Finnacre logró clavar una espada en el muslo de Gruff, el enorme trol siguió moviéndose atropelladamente, aparentemente sin que la longitud del fierro saliendo de su pierna fuera un obstáculo.
Los dedos del pie de Mantillo localizaron los centros nerviosos entre las costillas de Gruff, y los usó para llevar al trol dentro del granero.
“Soy un conductor de trols,” Advirtió el enano con una ráfaga de orgullo. “Nací para hacer esto, y robar cosas, y comer un montón.”
Mantillo resolvió encontrar una forma de combinar esas tres aptitudes si lograba sobrevivir a la noche.
Dentro del granero, el aeroplano yacía balanceado en una rueda y la punta del ala, con flechas atravesando su cuerpo. La cara de Holly estaba presionada contra el vidrio, su boca siendo una O incrédula.
“No sé porque está sorprendida,” Pensó Mantillo. “Debería estar acostumbrada a mí salvándola para este momento.”
Mantillo escuchó el clamor de hileras rearmándose detrás de él, y supo que era cuestión de latidos antes de que los arqueros bombardeen al trol.
Y tan grande como lo es mi boca, incluso él caerá con media docena de flechas perforando sus vitales.
No había tiempo para abrir la puerta del planeador y alzar en brazos a sus tres pasajeros, así que Mantillo tiró de los rizos, clavó sus dedos, y susurró en el oído del trol, esperando que su mensaje estuviera siendo entendido.
Dentro del avión solar, Holly usó los pocos momentos antes de que el infierno se desatara para apurar a un impresionado Artemis dentro del asiento del piloto y luego ponerse la correa a su lado.
-¿Voy a volar? -Preguntó Artemis.
Holly revolvió sus pies. -No puedo alcanzar los pedales.
-Ya veo,
Era una conversación banal, pero aún así necesaria, ya que las habilidades como piloto de Artemis pronto serían usadas.
Gruff cargó a la aeronave para arriba y puso su peso tras ella, agitando la liviana nave hacia la entrada abierta. El avión rengueó hacia adelante sobre su engranaje dañado, tambaleándose con cada rotación.
-No vi venir ninguno de estos eventos, -Dijo Artemis a través de dientes apretados, más para sí mismo que para su copiloto. Holly apoyó ambas manos en el panel para frenar el impacto al que estaban rodando a toda velocidad.
-Wow, -Dijo Holly, mirando las flechas atoradas en la nariz y alas. -No viste venir un enano conductor de trols empujando a tu avión por la pista. Debes estar perdiendo tu toque, Artemis.
Él trató de conectarse al momento, pero era demasiado surreal. Mirar a los soldados Berserker agrandarse a través de los marcos dobles del parabrisas y la entrada al granero hacían a la cosa entera parecerse a una película. Una muy realística película en 3-D con sillas vibradoras, pero una película, al fin y al cabo. Este sentimiento de indiferencia se apegaba al viejo Artemis Fowl, cuyos lentos reflejos casi le costaron la vida mientras se sentaba soñador mirando a una flecha-larga Berserker trazando un arco hacia su cabeza.
Por suerte, las reacciones de Holly eran estelares, y pudo golpearlo en el hombro con la suficiente fuerza para tirarlo de costado al límite de su cinturón de seguridad. La flecha agujereó el parabrisas, haciendo un agujero sorprendentemente pequeño, y se atoró en el reposacabezas donde la cara vacía de Artemis habría estado.
De pronto, Artemis no tuvo problemas para conectarse al momento.
-Puedo prender mediante aire el avión, -Dijo, moviendo interruptores en el panel. -Si dejamos tierra.
-¿No requiere coordinación? -Preguntó Holly.
-Sí, medio segundo.
La elfa palideció. Confiar en la coordinación de Artemis era tan sensible como confiar en los poderes de abstinencia de Mantillo.
El aeroplano mal-hizo su camino a  través de los Berserkers, decapitando a un guerrero de terracota. Los paneles solares tintinearon y crujieron, y el mecanismo de aterrizaje colapsó. Gruff siguió empujando, ignorando varias heridas de las que ahora manaba sangre.
Bellico congregó a sus tropas y se apuraron en la caza, pero ninguno podía igualar el paso del trol excepto el sabueso, que se agarró a la espalda de Mantillo, tratando de desplazarlo.
Mantillo se sentía insultado de que un perro pudiera interferir en lo que posiblemente era el más valiente intento de rescate jamás, así que trabó su cabeza en su recodo y gritó en la cara del animal.
-¡Déjalo, Fido! Soy invencible hoy. Mírame, conduciendo un trol, por el amor de Dios ¿Qué tan seguido ves eso hoy en día? ¡Nunca! Así de seguido. Ahora, tienes dos segundos para retroceder, o tendré que comerte.
Dos segundos pasaron. El perro sacudió la cabeza, negándose a retroceder, así que Mantillo lo comió.
Fue, le diría más tarde a su enano fugitivo seguidor, Barnet Riddles, propietario del bar de Miami Pájaros Borrachos*, una terrible pérdida escupir a medio perro, pero es difícil verse heroico con los cuartos traseros de un chucho colgando de tu boca.
Segundos después de que el sabueso vivo desacordara con Mantillo en su cara, el perro muerto desacordó con su estómago. Debió haber sido el alma Berserker lo que le causó el arranque de indigestión, o algo que el perro engulló antes de que él lo engullera—de cualquier manera, las entrañas de Mantillo fueron de pronto apretadas por un puño gigante usando un guante con cota de malla.
-Debo recortar, -Dijo entre dientes.
Si Gruff se hubiera dado cuenta de lo que Mantillo Mandíbulas estaba a punto de hacer, hubiera salido corriendo y gritando como una duendecilla de dos años y enterrado bajo tierra hasta que la tormenta halla pasado, pero el trol no hablaba Enano gruñido y así siguió el último comando dado, el cual había sido: Empuja cuesta abajo.
El aeroplano solar fue agarrando velocidad mientras corría por la rampa de arcilla con los Berserkers en una rápida persecución.
-No vamos a lograrlo, -Dijo Artemis, revisando los instrumentos. -La maquinaria se disparó.
El final de la pista se curvó como el final de un gentil salto de ski. Si el avión se desmoronaba con velocidad insuficiente, simplemente caería en picada al lago, y serían presas fáciles* de los patos reales que eran probablemente habitados por Berserkers y los picotearían hasta la muerte. Artemis estaba casi reconciliado con el hecho de que moriría en un futuro inmediato, pero realmente no quería que su cráneo sea fracturado por el pico de un ánade real* poseído. De hecho, Muerto por aves acuáticas agresivas había justo llegado al número uno en la lista de Menos Favoritas Formas de Morir de Artemis, aplastando el rompe-records dominante de Muerto por Gas de Enano, que había cazado a sus sueños por años.
-Sin patos, -Dijo. -Por favor, sin patos. Iba a ganar el premio Nobel.
Podían escuchar la conmoción debajo del fuselaje: gruñidos animales y metal abollándose. Si el avión no despegaba pronto, iba a ser sacudido hasta quedar en piezas. Esta no era una nave fuerte, desvestida para incrementar el índice del poder-del-peso lo necesario para un vuelo sustentable.
Fuera del aeroplano solar, el cuerpo entero de Mantillo estaba doblado en una comprimida raíz de dolor. Él sabía que pasaría. Su cuerpo estaba por reaccionar a una combustión de estrés, mala dieta, y gas acumulado deshaciéndose instantáneamente de la tercera parte de su peso corporal. Algunos enanos yogui más disciplinados podían invocar este procedimiento por voluntad y referirlo como la Desintoxicación de la Década, pero para los enanos ordinarios llevaba el nombre de Recorte de Peso. Y no querías estar en la línea de tiro cuando el peso es recortado.
El avión alcanzó la punta de la cuerda con el apenas impulso suficiente para pasar la rampa.
“Aterrizaje acuático,” Pensó Artemis. “Muertos por patos.”
Luego, algo ocurrió. Un empuje de poder vino de alguna parte. Era como si un índice gigante hubiera golpeado al avión hacia adelante en el aire. La cola se elevó, y Artemis luchó con los pedales para mantenerla abajo.
“¿Cómo está pasando esto?” Se preguntó Artemis, mirando aturdido los controles, hasta que Holly golpeó su hombro por segunda vez en varios minutos.
-¡Inicio aéreo! -Gritó.
Artemis se sentó tensó. ¡Inicio aéreo! Por supuesto.
El aeroplano solar tenía un pequeño mecanismo para elevar a la nave del suelo, y después de eso, los paneles solares entraban a patadas; pero sin una batería, el motor ni siquiera podía dar la vuelta, a menos que Artemis golpeara el acelerador en el momento correcto, antes de que el avión comenzara a perder impulso. Esto podía comprarles tiempo suficiente para atrapar una corriente termal por un par de cientos de metros, suficiente como para pasar el lago y sobrevolar las flechas.
Artemis esperó hasta que sintió que el avión estuvo en la cúspide de su subida, luego aceleró al máximo.
Bellico y sus tropas restantes corrían a toda velocidad por la pista, lanzando cualquier misil en su arsenal al avión. Era una situación bizarra en la que estar envuelta, incluso para un espíritu resucitado ocupando un cuerpo humano.
“Estoy persiguiendo un avión siendo empujado por una pista por un enano conductor de trols,” Pensó. “Increíble.”
Pero de cualquier forma era verdad, y era mejor que lo creyera, o su presa escaparía.
No pueden ir lejos.
A menos que el vehículo vuele como estaba designado para hacer.
No volará. Hemos destruido la batería.
Esta cosa vuela sin poder una vez en el aire. Mi huésped lo vio con sus propios ojos.
Su buen sentido le dijo que debería parar y dejar que el avión se estrellara en el lago. Si los pasajeros no se ahogaban, entonces sus arqueros podrían cargarse a los nadadores. Pero el buen sentido era de poco uso en una noche como esta, cuando guerreros fantasmas vagaban por la tierra y enanos iban, una vez más, en las espaldas de los trols, así que Bellico decidió que debía hacer lo que pudiera para detener al avión de dejar la tierra.
Aceleró el paso, superando a los otros Berserkers, usando sus largas piernas humanas en su máxima ventaja, y se arrojó a la sección media del trol, agarrando mechones de pelo gris con una mano y la espada pirata con la otra.
Gruff aulló pero siguió empujando.
“Estoy atacando a un trol,” Pensó. “Nunca haría esto con mi propio cuerpo.”
Bellico miró hacia arriba a través de la maraña de extremidades y vio la luna llena resplandeciendo. Debajo de eso, vio a un enano en una incomodidad considerable, cambiando su agarre para agarrarse al cuerpo del avión, aplanándose al fuselaje.
-Ve, -Instruyó el enano al trol. -Devuelta a tu cueva.
“Eso no es bueno,” Pensó Bellico. “Para nada.”
La aeronave se dejó llevar por la rampa de despegue hacia al aire. En el mismo momento, Gruff obedeció a su amo y liberó su agarre, mandándose a él y a Bellico saltando por el lago como rocas al ras, que era más doloroso de lo que sonaba. Gruff tenía un abrigo de piel para proteger su pellejo, pero Bellico cubrió la mayor parte de la distancia sobre una cara que tendría quemaduras de agua por muchos meses.
Arriba, Mantillo no se podía seguir sujetando. Liberó un chorro de grasa acuosa, viento y alimento a medio digerir que le dio al avión solar un par de metros extra de levante, justo lo suficiente para elevarlo sobre el lago.
Bellico surgió del agua justo a tiempo para ser golpeada en la frente por lo que podría haber sido una calavera de perro.
No pensaré en ello, Pensó, y nadó de vuelta hacia la orilla.
Artemis aceleró por segunda vez, y el motor tosió. El único propulsor de la nariz resopló, se sacudió, y luego giró más rápido hasta que sus cuchillas formaran un continuo círculo transparente.
-¿Qué pasó? -Artemis se preguntó en voz alta. -¿Qué fue ese sonido?
-Curiosea más tarde, -Dijo Holly, -Y ahora vuela el avión.
Ésta era una buena idea, ya que todavía no estaban, ni de cerca, fuera del bosque. El motor estaba corriendo, era verdad, pero no había poder en la bacteria solar, y solo podían planear por un tiempo limitado a esta altitud.
Artemis empujó el timón hacia atrás, trepando a treinta metros, y, mientras que el amplio mundo se extendía debajo de ellos, la magnitud de la devastación traída por el plan de Opal fue obvia.
Las calles hacia Dublín estaban iluminadas por el incendio de motores alimentados por tanques de nafta y materiales combustibles. Dublín en sí misma estaba oscurecida, excepto por los parches de luz anaranjada donde generadores habían sido enmendados o por el alumbrado de los fogones. Artemis vio dos barcos grandes que habían colisionado en el puerto, y otro varado en la playa como una ballena encallada. Habían demasiados incendios para contar en la misma ciudad, y el humo ascendía y se reunía como una nube de tormenta.
“Los planes de Opal para heredar esta nueva tierra,” Pensó Artemis. “No la dejaré.”
Y fue este pensamiento el que empujó a su mente devuelta a la concentración y lo que lo puso en la confabulación de un plan que podría detener a Opal Koboi por última vez.
Surcaron el lago, pero no era un vuelo elegante—de hecho, era más como una caída prolongada. Artemis batalló con controles que parecían devolver la pelea mientras forcejeaba para mantener su descenso lo más gradual posible.
Sobrevolaron una fila de pinos y directamente sobre la Puerta Berserker, donde Opal Koboi trabajaba en un halo mágico. Holly usó la altura como una oportunidad para reconocer las fuerzas enemigas.
Opal estaba rodeada por un anillo de Berserkers. Habían piratas, guerreros de arcilla, y otros variados seres. Las paredes del estado detrás eran patrulladas por más Berserkers. La mayoría eran animales en las paredes—dos zorros, e incluso algunos venados, haciendo sonar sus cascos contra la piedra, oliendo el aire.
“Ninguna entrada,” Pensó Holly. “Y el cielo empieza a clarear.”
Opal se había dado a sí misma hasta el amanecer para abrir el segundo candado.
“Tal vez fallará y la luz solar hará nuestro trabajo,” Pensó Holly. Pero era poco común que Opal cometiera un error en sus cálculos. Había pasado demasiado tiempo en su celda obsesionándose por cada detalle.
No podemos confiarnos en los elementos. Si el plan de Opal debe fallar, nosotros debemos hacer que falle.
A su lado, Artemis estaba pensando en lo mismo, la única diferencia es que él ya había establecido los fundamentos de su plan en su mente.
Si hubiera dicho su intención en voz alta en ese momento, Holly se hubiera sorprendido. No por el plan genio—ella no esperaría menos—sino por su abnegación. Artemis Fowl tramaba atacar la única arma que Opal Koboi nunca sospecharía que poseía: su humanidad.
Para desplegar este torpedo sigiloso, Artemis tendría que confiar en que dos personas tengan sus propios defectos personales.
Potrillo debería ser tan paranoico como siempre había sido.
Y el desenfrenado narcisismo de Opal Koboi necesitaría correr tan libre que no sea capaz de destruir a la humanidad sin sus enemigos a mano para ser testigos de su gloria.
Finalmente, Holly no podía sentarse y seguir mirando los desastrosos intentos de aviación de Artemis.
-Dame la palanca de control, -Dijo. -repliega al máximo los dispositivos hipersustentadores* cuando golpeemos el suelo. Estarán sobre nosotros bastante rápido.
Artemis cedió el control si objeciones. No había tiempo para ningún argumento de machos. Holly era, indudablemente, diez veces mejor piloto de lo que él alguna vez sería, y también varias veces más macho que lo que él era. Artemis había visto una vez a Holly meterse en una pelea con otro elfo, quien dijo que su cabello se veía bonito, porque pensó que estaba siendo sarcástico, ya que ella estaba luciendo un fresco corte rapado en ese día en particular.
Holly no salía en muchas citas.
La elfa empujó el timón con la palma de la mano, alineando al avión con el guijarro de la entrada para el garaje de la mansión.
-La pista es demasiado corta, -Dijo Artemis.
Holly se arrodilló en el asiento para una mejor vista. -No te preocupes. El sistema de aterrizaje probablemente colapsará en el impacto de todas formas.
La boca de Artemis se torció en lo que podría haber sido una sonrisa irónica o una mirada de terror.
-Gracias a Dios por eso. Pensé que estábamos en verdaderos problemas.
Holly lucho contra el mando como si este se estuviera resistiendo a un arresto.
-¿Problemas? Aterrizar un aeroplano dañado es simplemente una mañana normal de martes, Fangosillo.
Artemis la miró entonces y sintió una tremenda afección hacia ella. Deseó que pudiera repetir los pasados diez segundos y estudiarla en un momento menos estresante para que pudiera apreciar apropiadamente que tan feroz y hermosa su mejor amiga era. Holly nunca parecía tan vital como cuando se balanceaba en la fina línea entre la muerte y la vida. Sus ojos resplandecían y su humor era cortante. Donde otros caían o se retiraban, ella atacaba la situación con un vigor que la hacía brillar.
“Ella es verdaderamente mágica,” Pensó Artemis. “Tal vez sus cualidades son más obvias ahora que he decidido sacrificarme.”
Luego se dio cuenta de algo. No puedo revelarle mis planes. Si Holly supiera, trataría de detenerme.
Le dolía que su última conversación con Holly fuese necesariamente preparada con mala dirección y mentiras.
Por el bien mayor.
Artemis Fowl, el humano quien una vez había mentido como algo normal, se sorprendió de encontrar que en esta instancia, mentir por el bien mayor no lo hizo sentirse mejor de ello.
-Aquí vamos, -Gritó Holly sobre el aullar causado por el cortante viento. -Abrocha los seguros de tus botas*.
Artemis ajustó su cinturón. -Seguros de botas abrochados, -Gritó.
Y no un milisegundo demasiado pronto. El suelo parecía correr para encontrarlos, ocupando su vista entera, bloqueando el cielo. Entonces, con un tremendo estruendo, estaban abajo, siendo rociados por rocas borrosas. Flores de tallo largo caían en buqués fúnebres sobre el parabrisas, y la hélice se desplomó con un chillido rompe-oídos. Artemis sintió su cinturón en ambos hombros, el izquierdo por su llamativa delgadez, que fue lo mejor, porque su cabeza hubiera ido naturalmente a descansar sobre la punta de una cuchilla que se había atascado en el apoyo del asiento.
La pequeña nave perdió sus alas deslizándose por el camino, luego se volteó sobre su piso, llegando a un temblante alto en los escalones frontales.
-Podría haber sido mucho peor. -Dijo Holly, abofeteando la hebilla del cinturón del asiento.
“De hecho,” Pensó Artemis, mirando la sangre en la punta de su nariz caer hacia arriba.
De pronto, algo que parecía un enojado melocotón gigante derrumbó lo que quedaba del parabrisas, abollando el vidrio contra-rajas y parando inseguro en el primer escalón.
“Mantillo lo hizo,” Pensó Artemis. “Bien.”
El enano literalmente escaló los peldaños de la mansión, desesperado por comida para reemplazar su grasa tirada. -¿Puedes creer que los supermodelos lo hacen cada mes? -Gimió.
Artemis hizo sonar la puerta y el enano desapareció dentro, retumbando en el recibidor principal hacia la cocina.
Les quedaba a Artemis y Holly jalar a Mayordomo por la longitud de los escalones, que en el flojo estado inconsciente del guardaespaldas, era tan fácil como arrastrar un saco de yunques.
Habían logrado llegar al tercer escalón cuando un inusual audaz petirrojo aterrizó aleteando en la cara de Mayordomo, enganchando sus pequeñas garras en el puente de la nariz del guardaespaldas. Esto en sí mismo hubiera sido lo suficientemente sorprendente, pero la nota sujeta al pico del pájaro hacía a la pequeña criatura más siniestra.
Artemis dejó caer el brazo de Mayordomo. -Eso fue rápido, -Dijo. -El ego de Opal no pierde nada de tiempo.
Holly tiró, liberando al pequeño rollo. -¿Estabas esperando esto?
-Sí. Ni siquiera te molestes en leerla, Holly. Las palabras de Opal no merecen el papel sobre el cual están escritas, y puedo decir que es papel barato.
Por supuesto, Holly leyó la nota, y sus cachetes se pusieron más brillantes con cada palabra.
-Opal pregunta por el placer de nuestra compañía para el gran lavado. Si nos delatamos, solo tú y yo, entonces dejará a tus hermanos vivir. También promete liberar a Potrillo, cuando sea declarada emperatriz.
Holly hizo un bollo con la nota y se la lanzó a la cabeza del petirrojo. -Ve y dile a Opal que no hay trato.
El ave silbó agresivamente y batió sus alas de manera que parecía estar insultando.
-¿Quieres enfrentarme, Berserker? -Le dijo Holly al pequeño pájaro. -Porque me puedo haber justo escurrido de un choque de avión, pero todavía puedo patear las plumas de tu cola.
El petirrojo despegó, su cancioncilla siendo arrastrada atrás como una carcajada burlona mientras volaba de vuelta a su ama.
-¡Será mejor que vueles, Tweety! -Holly le gritó, permitiéndose un estallido poco profesional, que le hizo sentirse marginalmente mejor. Una vez el ave había desaparecido por sobre la línea de árboles, volvió a su tarea.
-Debemos apurarnos, -Dijo, enganchando su brazo debajo del de Mayordomo. -Este es un truco. Opal tendrá más Berserkers sobre nuestros talones. Probablemente estamos siendo vigilados por… gusanos… justo ahora.
Artemis no estuvo de acuerdo. -No. La Puerta es primordial ahora. No arriesgará más soldados para cazarnos. Pero aún así debemos apurarnos. El amanecer se encuentra a tan solo un par de horas, y tenemos tiempo para un solo asalto más.
-¿Así que vamos a ignorar esa nota, verdad?
-Por supuesto. Opal está jugando con nuestras emociones para su propia gratificación. Nada más. Desea ponerse en una situación de poder, emocionalmente.
Los peldaños estaban cubiertos con cristales de hielo estacionales, que brillaban como una película congelada en la luz de la luna. Eventualmente, Artemis y Holly tuvieron éxito en rodar a Mayordomo por el umbral y sobre un tapete, que arrastraron debajo de las escaleras, poniendo al pesado guardaespaldas lo más cómodo posible con algunos cojines que a Angeline Fowl le gustaba desparramar casualmente en cada silla.
La espalda de Holly sonó mientras se enderezaba. -Okey. La muerte engañada una vez más ¿Qué sigue, cerebro?
Las palabras de Holly eran simplistas, pero sus ojos estaban más abiertos que lo usual, con desesperación en la blancura. Estaban tan cerca al desastre impensable que parecía que incluso Artemis, con su truco de sacar conejos milagrosos a último momento de su galera, no podía, posiblemente, salvar a la humanidad.
-Necesito pensar, -Dijo Artemis simplemente, rápidamente subiendo las escaleras. -Comer algo y tal vez tomar una siesta. Esto tomará, al menos, noventa minutos.
Holly trepó tras él, luchando con los peldaños tamaño humano.
-¡Espera! Solo espera, -Gritó, adelantando a Artemis y mirándolo a los ojos desde un escalón más arriba. -Te conozco, Artemis. Te gusta jugar tu carta genio cerca de tu pecho hasta la gran revelación. Y ha funcionado hasta ahora. Pero esta vez necesitas que entre. Puedo ayudar. Así que, dime la verdad ¿Tienes un plan?
Artemis se encontró con la mirada de su amiga y mintió en su cara.
-No, -Dijo -Ningún plan.

*Ya lo había mencionado antes a este Bar como “Pájaros fugitivos Sozzled”, pero la traducción correcta sería esta.
* Sitting ducks: “duck” es pato, pero la frase es presas fáciles.
* Ánade real: raza de patos.
*A la frase original: Shankle your bootbraces; no le pude encontrar una traducción, y parece ser que hay varias personas preguntándose qué significa exactamente, creo que lo que puse está bastante acertado, y al menos tiene sentido en el contexto.
*Lo saque de wikipedia, así que si hay alguien por allí que sepa de aviones, lo invito a corregirme.


Bien, y cómo les pareció? Como las últimas dos actualizaciones, aquí va otra pregunta: ¿Cómo piensa cada uno de ustedes que va a terminar esta historia? No vale responder si ya se saben el final (como mi caso), o sea, SIN SPOILERS, TODAS SUPOSICIONES…

1 comentario:

  1. yo creo que artemis tiene un plan suicida y trata de sacrificarse pero al final el hermano pequeño de artemis lo salva( esto lo supuse ya que como autora se que ningun escritor lo dejaria en el bando malo asi porque si) salvan ala humanidad y tengo la ilusion de que holly y artemis se casen y juliet consiga novio y mayordomo se retire, potrillo se quede con cabalina, mantillo se convierta en un profesional en montar trol y que camorra se case con la que esta saliendo (no me acuerdo su nombre), sus padres se enteren de la verdad y lo que mas me agradaria que myles siguiera los pasos de artemis y su hermano los de mayordomo (no seria genial esa pareja los dos contra el mundo subterraneo)

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